Wednesday, April 25, 2012

¿El microblogging puede ser un fenómeno educativo?

"Twitter nace como una aplicación con una idea simple, lúdica y hasta trivial para que un grupo de amigos pudieran comentar qué estaban haciendo y todos pudieran leerlo. Pero sin que sus creadores lo hubieran imaginado o planeado se convierte en una poderosa herramienta de comunicación a nivel social, político y educativo."

Esp. Silvia Andreoli  -
  En "Entrega bibliográfica 2 – Parte 1 - 2012"


El cuestionamiento surge a partir de una percepción, o tal vez solo de una serie de creencias, respecto del ámbito de la educación formal, de los docentes y de los alumnos y de la tan mentada sociedad de la información.  Se entremezclan en estas ideas aspectos reales y virtuales, simbólicos y funcionales, pedagógicos y tecnológicas. Sin duda, la necesidad del trabajo conjunto dentro y fuera del contexto áulico para el logro de los objetivos de enseñanza-aprendizaje aparece como prioritaria, en especial a partir de la posibilidad concreta de proponer actividades motivadoras con el uso de las nuevas tecnologías. Probablemente, este es un punto en el que casi todos los docentes estamos de acuerdo. 

Por su parte, los adolescentes actuales tienen una amplia familiaridad con la tecnología; Internet existe desde que nacieron, el mail y el celular fueron furor durante su infancia.  La tecnología representa para ellos la inmediatez de las comunicaciones, la respuesta pronta a sus preguntas y la posibilidad cierta de cuestionar sobre sus temas de interés. En el imaginario popular, los adolescentes son flexibles, no se desprenden de sus netbooks y están constantemente conectados entre sí. Es probable que estas concepciones puedan verificarse en general, pero solo si no realizamos un análisis un poco más  profundo.  ¿Cuál es la respuesta cuando les preguntamos sobre las aplicaciones incorporadas en sus netbooks?  ¿Cómo reaccionan ante una primera propuesta de utilización de un programa que no conocen? ¿Qué ventajas les produciría el uso de microblogging, por ejemplo, para desarrollar el conocimiento de una materia específica?

En el caso de los docentes, la mayoría venimos utilizando la tecnología informática desde hace tiempo, pero ahora hemos llegado al punto de comprender que real y virtual no son opuestos. Por ejemplo, el curso de Web 2.0 es virtual y no por eso deja de ser real. Sin embargo, la velocidad de los cambios y de las nuevas posibilidades nos lleva a necesitar una actualización constante.  También hemos comprendido que la capacitación continua es una necesidad permanente. Pero, ¿sabemos por qué, para qué y cómo implementar la tecnología?,  ¿nos cuestionamos constantemente sobre las técnicas que utilizamos para presentar determinados contenidos de nuestra materia?, ¿vemos en la metodología de trabajo una respuesta  para la mejor adquisición y asimilación de los conocimientos?


Como dice Rheingold, es necesario desarrollar ciertas habilidades para utilizar Twitter de manera productiva. También para utilizarlo de manera educativa, para comprender las opciones que tenemos y optimizarlas, para enseñar y aprender a reflexionar, para formar parte de comunidades de práctica que nos enriquezcan y proporcionen valor a los espacios curriculares en los que trabajamos. La  integración de las interacciones a nivel específico con las interacciones a nivel general deben acordarse y coordinarse. Como en el diván del psicoanalista, los docentes tenemos que participar y expresarnos en distintos medios para comprender y comprendernos, en un momento en que lo externo nos atraviesa y nos supera y lo interno nos trasciende y nos modifica.

La pregunta sigue siendo la misma, ¿el microblogging puede ser un fenómeno educativo?  Si lo es, ¿a qué nivel?  ¿dentro de qué contexto? ¿bajo qué condiciones? ¿cómo implementarlo? ¿desde dónde analizarlo?  Las preguntas siguen siendo el camino para que encontremos respuestas desde afuera, pero que repercutan e incidan en nuestro adentro, en un proceso de subjetivación que, afortunadamente, no termina nunca.